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Banca 2.0 vs Citibank AKA pedile prestado a Juan

Si la banca no presta, o presta a intereses desorbitados, los particulares se prestan entre ellos. Esta es la filosofía que reside detrás de un fenómeno conocido como Préstamos P2P o Préstamos de Persona a Persona (en inglés, PeertoPeer Lending).

El fenómeno tal vez no sea tan nuevo, pero ahora, en medio de la crisis y con bancos prestando a tasas entre el 15% y el 30%, este sistema se consolida como una alternativa interesante a los bancos.

Prosper apareció inicialmente como una réplica de Zopa en Inglaterra, con una oferta más flexible para el usuario final, Prosper superó a Zopa. Ambas compañías se dedican a ofrecer una plataforma para que personas puedan prestarle a otras personas.

Para Octubre de 2008, entre Virginmoney, Prosper, Kiva y Zopa habían transaccionados préstamos por un importe de U$S 655 M según un informe de P2P-banking.com.

Todos estos sitios son plataformas de préstamos de persona a persona con el objetivo de hacer que los préstamos de consumo sean más efectivos socialmente y también más eficientes económicamente. Ninguno de ellos presta dinero directamente, sólo ofrecen el espacio para que Juan le preste a José haciéndolo con costos mucho más eficientes que los de los bancos.

Sumado al factor crisis que antes comentaba, el crecimiento de las redes sociales también han fortalecido el crecimiento del P2P Lending.
¿Por qué ahora? En primer lugar, la Internet y las redes sociales permiten la interacción peertopeer en una escala sin precedentes. En segundo lugar, nuevos mecanismos electrónicos para evaluar los posibles clientes están surgiendo.

El Lending Club utiliza los clásicos sistemas de «credit scoring« pero añade una evaluación de la reputación de los clientes dentro de las redes sociales. La mayoría de nosotros podemos pensar en Facebook como diversión y juegos, pero además hay importante información oculta allí para los que saben buscarla y las plataformas de p2p-lending la estan aprovechando.

“Soy empleado de banco y necesito 1.400 euros para afrontar mis gastos en Navidad”. Es la carta de presentación de Itsvan, nickname utilizado por uno de los usuarios de Zopa para solicitar un préstamo en Internet. Ha establecido la duración del mismo a su antojo, 12 meses, y el tipo de interés que le gustaría pagar, el 6,5%. Siete días después, 24 personas han aceptado prestarle diversas cantidades al desconocido Itsvan hasta sumar los 1.400 euros que necesita, a un tipo de interés medio del 6,95%. En uno de los grandes bancos tradicionales el interés hubiera podido llegar al 10% o 12%.

Lo que se ve aquí además, es una práctica común en alguna de estas plataformas, los créditos se dividen entre múltiples prestamistas, lo cual ayuda a minimizar el riesgo. Las plataformas ganan dinero tomando alrededor del 1% de quien toma el préstamos y 0,5% al año de quien ofrece el dinero.

En síntesis, a mi entender esta tendencia debería afianzarse cada vez más a medida que se popularice y se rompan algunas barreras legales que hoy todavía existen. La evolución online del modelo de microcrédito de Muhammad Yunus, gente accediendo a créditos menos canívales que los que ofrecen los bancos o bien accediendo a créditos que los propios bancos no darían, mayor libertad para el consumidor final… todos felices.

¿ Es el fin de los bancos ? Seguramente no, es más probable que veamos a grandes bancos desarrollando un negocio paralelo de redes de p2p-lending ó modelos como éste desembarcando en el mercado de los seguros. Cómo sea, las redes P2P serán probablemente una de las grandes innovaciones en el mundo de los servicios financieros. El desafío que alguna vez tuvo la industria discográfica lo deberán enfrentar tal vez los bancos. Veremos…

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Esa maldita correlación china…

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Esta es una historia muy interesante que apareció publicada en una columna de la revista Wired, Recipe for Disaster: The Formula that Killed Wall Street , para los interesados en profundizar, el artículo (en inglés) incluye varios detalles que voy a tratar de obviar para lograr un resumen de lo que sucedió pero basaré gran parte del post en los contenidos de esta nota con algunas ampliaciones para aclarar algunos términos financiero que se tratan en el mismo.

La inmensa crisis en la que está sumergido el sector financiero mundial es para los analistas y observadores del mercado de capitales culpa de los derivados. No obstante cuando se realiza este tipo de comentario nunca dicen de qué derivados están hablando. Como muchos términos en el sector financiero la palabra “derivados” perdió su sentido específico y se convirtió en un término genérico para referirse a cualquier instrumento financiero alternativo.

De lo que voy a hablar es de la valoración de derivados de créditos. Estos son contratos financieros bilaterales por los cuales una de las partes busca cubrirse del riesgo de crédito (que es el riesgo que asume el prestador derivado de la posibilidad de que el prestatario incumpla sus obligaciones) de un determinado instrumento y transferirlo a la contrapartida a cambio de una prima periódica.

Hasta antes del inicio de la crisis, David X. Li, era famoso en Wall Street (hoy lo sigue siendo, pero por el desastre que él y su hallazgo desataron ante un uso irresponsable del mismo).
Lo que Li hizo fue tomar un tema matemático conocido, la correlación (que indica la fuerza y la dirección de una relación lineal entre dos variables), y lo utilizó de forma elegante y simple generando una fórmula matemática que se convirtió en pilar del mundo financiero.

Por cerca de 5 años la fórmula de Li conocida como “Gaussian copula function” fue tomada como un descubrimiento financiero extraordinario. Una pieza de tecnología financiera que permitía modelar riesgos muy complejos en menor tiempo y de una forma más “acertada” que antes. Con su brillante capacidad matemática, Li hizo posible que los traders vendieran grandes cantidades de nuevos activos financieros.

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El caso Porsche – Volkswagen de hacking financiero

porsche1Adolf Merckle, uno de los hombres más ricos del mundo, se suicidó el 5 de enero pasado al arrojarse debajo de un tren. Dificultades financieras y, en particular, las que sufrió por pérdidas con Volkswagen, se han citado como las razones claves por las que terminó con su vida.

Esta historia, que seguramente se estudiará en más de una escuela de negocio como un caso insignia de los vericuetos del mundo financiero, tiene un backstage interesante para todos los mortales que no estamos inmersos en el complejo mundo de las finanzas de hoy.
2008 además dejará profundas enseñanzas sobre el sistema capitalista, las burbujas especulativas y el poker financiero donde algunos ganan billones y otros pierden hasta la vida.

Veamos la historia:

Hoy en día, Porsche es una de las marcas más reconocidas de autos de lujo, mientras que Volkswagen (VW), es en sí misma, el tercer mayor fabricante de automóviles después de la General Motors y Toyota.

Hace tres años, Volkswagen se enfrenteaba al riesgo de un takeover extranjero. Porsche, decidió intervenir y comenzar a comprar acciones de VW, aparentemente para proteger a la histórica marca, impulsando ampliamente las expectativas del mercado que apostaba a que a la larga compraría a Volkswagen.

Durante tres años, Porsche mantiene y refuerza la acumulación de acciones de VW, sin dar cuentas en público de realmente cuántas acciones estaba adquiriendo. Aumentando paulatinamente su poseción de acciones, la cantidad residual de las mismas disminuían y el precio aumentaba conforme la ley de oferta y demanda. Eventualmente el precio de la acción se volvió lo suficientemente alto para que los observadores externos dedujeran que no hacía ya ningún sentido para Porsche comprar Volkswagen dado que el valor por acción de la compañía se había vuelto demasiado alto.

Para explicar lo que sucedió luego, voy a tratar de explicar una maniobra financiera llamada «shorting«.

En un momento dado, sólo una cierta cantidad de acciones de una sociedad con cotización oficial está flotando libremente en el mercado. El resto se deriva en diversas carteras, fondos y vehículos de inversión. Todos estamos familiarizados con la idea básica detrás de la bolsa: hay que comprar acciones cuando cuestan poco, y vender cuando cuestan mucho, la obtención de beneficios es la diferencia. Simple.

El razonamiento anterior está hecho para el caso en que asumimos que el valor de la compañía va a aumentar.
¿Qué sucede si, en lugar de apostar a que el valor de la compañía sube, se desea ganar dinero apostando a que el valor de la empresa bajará?
Esto se puede lograr a través de la venta de valores o acciones que usted no tiene o no es dueño.

Digamos que usted pide prestado una cierta cantidad de acciones de alguien que ya las posee. Usted paga una tasa fija por el préstamos de esas acciones, y firma un contrato diciendo que devolverá exactamente la misma cantidad de acciones que tomó después de cierta cantidad de tiempo. Por lo tanto, puede tomar prestado 1000 acciones de Apple que yo poseo, me paga $ 100 en concepto de comisión, y firmamos una obligación de devolverme mis existencias. En el momento del préstamo supongamos entonces que las acciones de Apple están a un valor de $ 10 por acción.

Luego de obtener el préstamo de acciones Ud. las vende inmediatamente. A $10 por acción, usted recibe $ 10.000. Dos meses y medio más tarde, hay un rumor acerca de la desmejora de salud de Steve Jobs lo que hace que la acción caiga a un valor de $6 por acción por algunas horas, por lo que comprar su mismo millar de acciones, ahora le cuesta $ 6000 y recupera las 1000 acciones que Ud. me debe devolver. Debido a que usted apuesta con éxito a que la empresa se reduciría en valor, ganó $4000 menos la comisión por préstamo de pago. Esto se llama venta a corto o shorting de acciones, y la desventaja es obvia: si su apuesta estaba equivocada, perderá dinero en la compra de las acciones que usted tiene que regresar a su prestamista.

Cuando el precio de las acciones de Volkswagen había superado el punto donde tenía sentido para Porsche comprar la empresa, un grupo de hedge funds se dió cuenta de que las acciones de Volkswagen no tenían otro camino a dónde ir más que hacia abajo. Con Porsche fuera de juego, no había razón para que el precio de la acción VW siguiera subiendo, y los fondos estaban dispuestos a apostar por esa acción intentando una operación de shorting.

Pero Porsche en realidad no estaba fuera de juego, estaba sólo escondida, y había previsto exactamente esta situación y de inmediato compró gran parte de estas acciones de VW en préstamo de los fondos que estaban vendiéndolas.

Porsche como Napoléon en Austerlitz, jugó con los hedge funds, haciéndoles creer que su intención era comprar un pequeño número de acciones de Volkswagen, cuando realmente detrás de la escena tenía un ejército de compradores acumulando acciones en pequeños volúmenes para no levantar sospechas.

Fue entonces, el pasado 26 de octubre, que dieron un paso adelante y Porsche abrió su cartera mostrando que a través de una combinación de acciones y opciones poseían el 75% de Volkswagen, que es casi todas las acciones circulantes de la empresa. (había otro 20% en otro propietario pero de las cuales no más de un 5% había intención de salir a la venta)

La peor pesadilla de los hedge fund acababa de comenzar, habían apostado al shorting fuertemente jugando un poker financiero que parecía de bajo riesgo con Porsche fuera del escenario y en realidad lo que sucedió fue que era la propia Porsche la única opción para ir a comprar las acciones que tenían que devolver, entonces el milagro de la oferta y la demanda se ocupó del resto, y Porsche podía pedir cualquier precio por las acciones de VW, veinte veces su valor, un centenar de veces su valor, porque no hay otro lugar para ir a comprarlas. Se convirtieron en el único oferente del juego.

A esta situación se la conoce como «short squeeze«.

En pocos días Porsche revaluó la propiedad de Volkswagen en acciones en circulación desde un valor por debajo de 200 € a más de 1000 € alcanzado el 28 de octubre. Por un breve tiempo Volkswagen fue la empresa más valiosa del mundo por capitalización bursátil… y todo esto en medio de la crisis financiera !!.

Por este juego Porsche se hizo entre 30-40 millones de €. Para poner estas cifras en perspectiva, los ingresos de Porsche durante el 2006 fueron un poco más de € 7 millones. Es decir, el poker financiero les generó ingresos 4 veces superiores a los de su core business en 2006. Increible no ?

Porsche tuvo la paciencia para hacer una maniobra que le llevó 3 años, ingeniosamente concebida y apostando de la manera correcta logrando engañar a los mercados financieros y a los muchos hedge funds.

Adolf Merckle estaba en la vereda de enfrente, apostó mal y se llevó su vida.

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