Durante esta semana estoy asistiendo como parte de mi programa de magister a una serie de clases sobre Mercados Emergentes dictadas por un economista del Real Instituto Elcano.
El Real Instituto Elcano es una fundación privada e independiente que se sustenta con financiación de empresas privadas. Se constituyó en 2001, con una tarea fundamental: realizar un estudio exhaustivo de los intereses de España y de los españoles en la sociedad internacional, para ponerlo al servicio de la comunidad.
Si visitan el link van a poder descubrir una gran cantidad de documentos relacionados a temas muy variados que van desde economía internacional, tendencias, cooperación internacional, entre otras.
Esta introducción viene a cuenta de que indirectamente yo conocía la importancia de los países o mercados emergentes y su influencia en la economía mundial, pero al comenzar a estudiarlos en detalles, los números y su impacto actual y futuro realmente sorprenden (sólo para el caso de Brasil mi sorpresa se transforma en envidia también, por la Argentina que no estamos sabiendo construir).
Vamos a concentrarnos en los BRICs – Brasil, Rusia, India, China – término acuñado por el banco de inversiones Goldman Sachs en 2003 para describir a este grupo de 4 países que claramente dentro de los emergentes son los que mayor influencia tienen.
Algunos extractos de documentos del Real Instituto Elcano nos ayudan a dimensionar el tamaño impacto que estos 4 países están haciendo sobre la economía y la política internacional:
El aumento del peso de los “BRIC” en la economía mundial no tiene precedentes. Mientras que hace tan sólo 30 años eran responsables del 34% del PIB mundial –medido en Paridad de Poder de Compra– hoy superan el 50% (la cifra alcanza el 30% si se calcula a tipos de cambio de mercado). Además, ya generan el 45% de las exportaciones mundiales, poseen el 75% de las reservas de bancos centrales, consumen más de la mitad de la energía mundial y han sido responsables del 80% del incremento de la demanda mundial de petróleo durante el último lustro. Con todo ello, desde 2003 su producción ha crecido en un 35% mientras que la de los países desarrollados lo hacía sólo en un 13%.
Sus mercados financieros no han quedado al margen de este dinamismo y de hecho están atrayendo a numerosos inversores de los países ricos. Así, en los últimos cinco años sus mercados bursátiles se han revalorizado en promedio un 400% en dólares (en Brasil la cifra alcanza el 900%) mientras que, por ejemplo, el S&P 500 estadounidense sólo se ha revalorizado un 70% durante el mismo período. Por último, las empresas multinacionales de los “BRIC+” se han lanzado a adquirir activos más allá de sus fronteras. En 2007 invirtieron más de 70.000 millones de dólares en el exterior, 55.000 millones en los países desarrollados.
Este panorama puede completarse con una última cifra de carácter más bien anecdótico: el 80% de las grúas de construcción del mundo están en China, un cuarto de ellas en una sola ciudad, Shangai.
¿ Impresionante no ?
A mí lo que más me sorprendió es que en mi modelo mental (hasta este lunes) todos estos países emergentes eran sólo eso…, «emergentes», es decir, uno intuía que por cuestión de tamaño eran grandes, pero que en realidad todos (incluidos nosotros, aunque rezagados) estábamos en la pista de despegue tratando de salir del conocido 3er mundo. Fantasías ignorantes que uno tiene…
Tal vez mi excepción mental era para China a quien veía como despegada de este grupo y en un estadío más avanzado.
Nada más lejos.
De haber viajado mucho a Brasil por trabajo, uno ya percibe que son «o mais grande do mondo», pero en conjunto, estos cuatro muchachos puestos en perspectiva vienen a dar vuelta el tablero de las reglas económicas del mundo:
- Redistribución de la renta: la renta per cápita mundial ha crecido por encima del 3%, más rápido que en la era dorada del capitalismo de la posguerra (1950-1973) y posiblemente más rápido que en ningún otro período de la historia de la humanidad. Este crecimiento está teniendo importantes efectos sobre el nivel de desarrollo y la reducción de la pobreza. Los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) podrían cumplirse en 2015 gracias a los BRIC, especialmente los asiáticos. Incluso África, que no logrará alcanzar los ODM y que sigue siendo el continente más marginado de la globalización, está logrando aprovechar esta coyuntura tan favorable y lleva cinco años creciendo a un promedio del 5,5%.
- Diversificación en las fuentes de crecimiento mundial: según datos del FMI, el crecimiento medio de la economía mundial en los últimos cinco años ha sido del 4,9% a pesar de que los países avanzados sólo han crecido en media un 2,6%. ¿ Quiénes estan colaborando ?, adivinaste… los BRIC.
- Desacoplamiento de los ciclos económicos mundiales: las actuales turbulencias financieras –originada en las hipotecas de baja calidad en EEUU– no parece estar afectando significativamente a las economías emergentes. ¿Por qué?: con una menor exposición a la dependencia económica en exportaciones al primer mundo, el impacto sobre los emergentes se ha visto suavizado lo cual a su vez actúa positivamente evitando una mayor desaceleración mundial.
- Cambios en la estructura de la clase media mundial: ha comenzado a emerger lo que el Banco Mundial ha bautizado como la nueva clase media global, que en los próximos 20 años podría alcanzar los 1.000 millones de personas, mayoritariamente chinos e indios. Se trata de un nuevo grupo de consumidores con una renta suficiente como para adquirir bienes y servicios de alto valor añadido que se producen (e idean) en los países desarrollados, sobre todo en empresas multinacionales punteras. Esto significa un aumento sin precedentes del mercado potencial para las empresas mejor posicionadas.
- Cambios en los factores de la producción: la entrada de los BRIC en el sistema de producción mundial está generando un cambio estructural en la dotación y relación de factores productivos a nivel mundial que está modificando sus precios relativos; es decir, los salarios y los beneficios empresariales. Para entender lo que está sucediendo basta con pensar en términos de una simple regla económica: en pocos años se ha doblado la oferta de trabajo global, que se ha incrementado en unos 1.500 millones de personas. Pero como los países emergentes son relativamente más abundantes en trabajo –sobre todo trabajo poco cualificado– que en capital, no han sido capaces de aportar una cantidad significativa de capital al conjunto de la economía mundial (y mucho menos de doblar la oferta de capital mundial). Por lo tanto, el efecto de su inserción internacional es una reducción del ratio global capital/trabajo, que lleva a una presión a la baja de los salarios y al alza de los rendimientos del capital. El impacto de este efecto en un mundo globalizado es enorme !.
Este post puede hablar únicamente de mi ignorancia sobre la macroeconomía mundial, pero la moraleja es que el mundo como lo hemos concebido económicamente en los últimos 60 años ya no existe y estos jugadores llegaron para quedarse, crecer, proponer cambios de reglas y generar muchas otras nuevas.
Da mucha pena (propia) que uno sea un vecino nuestro, me suena como que un día te levantaste de la cama y viste al mismo tipo que hasta ayer jugaba con vos en el barrio ahora andar en auto nuevo. ¿ Que diría un argentino ? Qué hijo de p…, ¿ a quien habrá cagado ?. Tenemos que dejar de mirarnos el ombligo.
Fuente:
Federico Steinberg
Investigador del Real Instituto Elcano y profesor de la Universidad Autónoma de Madrid